24.1.05

alguien me ha robado mi pronombre

ser una resulta ser una cosa difícil.
por si fuera poco el tratarse de una tarea indeterminada,
la inercia hace que una siempre tienda a diminuta. y diminuta se quede seca.
agrava la dificultad mi mala costumbre de narrarme en tercera persona,
que acaba por convertirme en la otra para poder ser una.
que alguien informe a marx que es la conjugación, y no el trabajo, lo que resulta alienante para el individuo.
y a pesar de todo soy una, indefinida y redundante.